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Estas preocupaciones comunes pueden sorprenderlo, especialmente porque incluyen condiciones que las mujeres pueden encontrar difíciles de discutir. Sin embargo, es importante que consulte a un médico si experimenta alguna de estas condiciones. En la Iniciativa de Salud y Bienestar de la Mujer, contamos con uroginecólogos expertos compasivos que pueden ayudarla a explorar las opciones de tratamiento.
Prolapso de órganos pélvicos: el prolapso de órganos pélvicos (POP) ocurre cuando los músculos y tejidos que sostienen los órganos pélvicos se debilitan o estiran, lo que hace que caigan hacia la vagina. Esto puede causar molestias y afectar la calidad de vida. Las mujeres en los Estados Unidos tienen un 13% de riesgo de por vida de someterse a una cirugía por POP.
Incontinencia urinaria: La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Hay varios tipos de incontinencia urinaria, incluida la incontinencia de esfuerzo, la incontinencia de urgencia y la incontinencia mixta. Los investigadores estiman que aproximadamente la mitad de todas las mujeres experimentan incontinencia urinaria.
Vejiga hiperactiva: la vejiga hiperactiva se caracteriza por una necesidad repentina y fuerte de orinar, que a menudo resulta en incontinencia urinaria. Se estima que hasta el 30% de las mujeres experimentan síntomas de vejiga hiperactiva.
Disfunción sexual: la disfunción sexual puede incluir varios problemas, como dolor durante las relaciones sexuales, disminución de la libido y dificultad para alcanzar el orgasmo. Estos problemas pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. Se estima que hasta el 40% de las mujeres experimentan disfunción sexual en algún momento.
Dolor pélvico: el dolor pélvico puede tener una variedad de causas, que incluyen endometriosis, enfermedad pélvica inflamatoria (EPI), disfunción del piso pélvico, síndrome de dolor vesical y vulvodinia. Se estima que hasta el 15% de las mujeres experimentan dolor pélvico crónico.
Síndrome genitourinario de la menopausia: La atrofia vaginal es una condición en la que los tejidos vaginales se vuelven más delgados y menos elásticos, a menudo debido a cambios hormonales. Esto puede causar molestias durante las relaciones sexuales y otros problemas. Se estima que hasta el 50% de las mujeres experimentan atrofia vaginal después de la menopausia.
Dispareunia: Dispareunia es un término usado para describir el dolor durante las relaciones sexuales. Varios factores, incluidas las infecciones vaginales, la endometriosis y la vulvodinia, pueden causar esto. Se estima que hasta el 75% de las mujeres experimentarán dispareunia en algún momento.
Infecciones recurrentes del tracto urinario (ITU): las infecciones urinarias son comunes entre las mujeres y pueden ser causadas por una variedad de factores, incluida la actividad sexual y los cambios hormonales. Las infecciones urinarias recurrentes se definen como dos o más infecciones dentro de los seis meses o tres o más infecciones dentro de un año. Se estima que hasta el 20% de las mujeres experimentan infecciones urinarias recurrentes.
Incontinencia fecal: La incontinencia fecal es la pérdida involuntaria de heces. Puede ser causado por varios factores, incluidos el parto, el envejecimiento y el daño a los nervios. Se estima que hasta el 10% de las mujeres experimentan incontinencia fecal.
Cistitis intersticial/síndrome de dolor vesical (IC/BPS): IC/BPS es una afección crónica caracterizada por dolor en la vejiga, urgencia urinaria y polaquiuria. Puede ser difícil de diagnosticar y tratar. Se estima que hasta el 6.5% de las mujeres en los EE. UU. tienen IC/BPS.
Fístulas vaginales: las fístulas vaginales son conexiones anormales entre la vagina y otros órganos, como la vejiga, el recto o el colon, que provocan el paso de orina, heces o gases a través de la vagina. Las causas pueden incluir parto, cirugía, infección y radiación pélvica. Aunque las fístulas vaginales son menos comunes en comparación con otros trastornos pélvicos femeninos, el diagnóstico y el tratamiento adecuados son esenciales para las afectadas.
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