La cistitis intersticial, también llamada síndrome de dolor vesical, es una afección continua que provoca dolor o presión en la vejiga o la uretra. Por lo general, cuando la vejiga está llena, los nervios pélvicos envían una señal al cerebro de que ha llegado el momento de orinar y esto provoca la necesidad de ir al baño. Cuando tiene cistitis intersticial, siente la necesidad de orinar con más frecuencia y la cantidad de orina es menor que la habitual. Además de estos síntomas, tiene la sensación de un dolor intenso antes de orinar o durante la micción, o en ambos momentos.

Las personas que padecen cistitis intersticial pueden tener una inflamación de la vejiga (hinchazón) o una irritación en la pared de la vejiga, lo que puede provocar la cicatrización y el endurecimiento de la vejiga. Esto dificulta la expansión de la vejiga cuando se llena de orina.

Factores de riesgo

Si bien la cistitis intersticial afecta a hombres y mujeres, es más frecuente en mujeres. También es más frecuente en personas mayores de 30 años. Existen varias teorías sobre los motivos por los que se contrae esta enfermedad, aunque la causa exacta aún no se conoce bien.

También puede tener un mayor riesgo de contraer la enfermedad en los siguientes casos:

• Es de piel clara.
• Tiene otro síndrome de dolor, como la fibromialgia o el síndrome del intestino irritable.

Síntomas

Los síntomas de la cistitis intersticial pueden confundirse a menudo con otras afecciones pélvicas que causan dolor, como las infecciones de las vías urinarias [enlace a la nueva página de Salud pélvica de la mujer/RUTI] y las enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Symptoms may include:

• Micción frecuente día y noche (hasta 60 veces al día en los casos graves), a menudo en pequeñas cantidades.
• Dolor pélvico, incluido el dolor durante las relaciones sexuales.
• Ganas persistentes e intensas de orinar.
• Dolor antes, durante o después de la micción.

En el University of Miami Health System, nos especializamos en el tratamiento de la cistitis intersticial. No hay un tratamiento único que funcione para todo el mundo, por lo que nuestros médicos recurren a una amplia gama de los métodos más recientes para que pueda sentirse mejor. Obtendrá una atención y un tratamiento personalizados, diseñados exclusivamente para usted. Usted y el médico serán un equipo para tratar esta enfermedad crónica.

Pruebas

Examen pélvico
Esta prueba se utiliza para examinar la vagina, el cuello uterino, el suelo pélvico y, posiblemente, el recto. El médico también le palpa el abdomen para comprobar si hay alguna irregularidad en los órganos pélvicos internos.

Análisis de orina
El médico le hará pruebas de laboratorio para comprobar si hay una infección de las vías urinarias u otras afecciones que puedan estar causando los síntomas.

Cistoscopía
Con la cistoscopía, el médico puede observar el interior de la vejiga. En el procedimiento, se utiliza un conducto delgado y flexible, y un dispositivo de visualización que se inserta por la uretra. El médico puede tomar una muestra de tejido (biopsia) de las vías urinarias o la vejiga durante el examen para detectar si hay signos de cáncer u otras enfermedades.

Prueba de funcionamiento de la vejiga
También llamada prueba urodinámica, la prueba de funcionamiento de la vejiga consta de dos fases: una de almacenamiento y otra de eliminación.

Tratamientos

Modificaciones del estilo de vida
El médico puede recomendar cambios en el estilo de vida para aliviar los síntomas relacionados con la vejiga hiperactiva, como vaciar la vejiga en un horario habitual o evitar el tabaco y los alimentos y bebidas que irritan la vejiga. Además, pueden recomendarle que haga ejercicio y utilice técnicas de control del estrés, como el yoga o la meditación, para mejorar los síntomas.

Fisioterapia
Muchas personas con cistitis intersticial tienen espasmos musculares dolorosos. No obstante, la realización de ejercicios del suelo pélvico por su cuenta puede tensar los músculos. Por eso, es esencial trabajar con un fisioterapeuta para relajar el suelo pélvico y mejorar la salud general de este.

El fisioterapeuta también puede enseñarle a utilizar un dispositivo de neuroestimulación eléctrica transcutánea (Transcutaneous Electrical Nerve Stimulation, TENS), un aparato externo que emite suaves impulsos eléctricos a unos parches adhesivos colocados en la piel del abdomen. Esto puede mejorar el flujo sanguíneo a la vejiga y aliviar el dolor.

Medicamentos
Los medicamentos pueden proteger la pared de la vejiga de la irritación, aliviar el dolor, relajar los músculos pélvicos y reducir los espasmos de la vejiga. El médico puede administrar un medicamento líquido directamente en la vejiga (instilación vesical) a través de la uretra mediante un catéter (conducto flexible).

Globo vesical
Con un cistoscopio (un conducto hueco con una lente), el médico le llena la vejiga con líquido para estirar las paredes. Esto puede mejorar el dolor y los síntomas de urgencia.

Si el médico ve úlceras en la vejiga (lesiones de Hunner), las tratará quemándolas o con una inyección de esteroides.

Onabotulinumtoxina
Con esta neurotoxina, se evitan las contracciones indeseadas de la vejiga. En algunos casos, también puede aliviar el dolor. El médico le inyecta el medicamento en la vejiga.

Estimulación del nervio sacro
Este pequeño dispositivo implantado, similar a un marcapasos, se puede utilizar para reducir las ganas de orinar y, en ocasiones, aliviar el dolor. El dispositivo, implantado bajo la piel de la parte superior de la nalga, envía suaves impulsos eléctricos para corregir los nervios anormales y ayudar a los músculos a funcionar correctamente. Aunque puede mejorar la urgencia y la frecuencia urinaria, no funciona bien para el dolor pélvico.

Cirugía mayor
Los médicos solo utilizan la cirugía si otros métodos no alivian los síntomas y esto afecta gravemente su calidad de vida. Pueden considerarlo si la vejiga solo puede retener una pequeña cantidad de orina, o si tiene un dolor intenso y constante.

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