La incontinencia es la incapacidad de retener la orina o los intestinos, que puede deberse a un trastorno pélvico. Si planifica su día en torno a las cantidad de veces que va al baño, no es la única persona. Muchas mujeres padecen trastornos pélvicos que pueden provocar síntomas vergonzosos, como las pérdidas de orina.

Existen diferentes tipos de incontinencia:

• Incontinencia urinaria de esfuerzo: pérdidas de orina durante los movimientos que ejercen presión sobre la vejiga, como estornudar, toser o hacer ejercicio.
• Incontinencia urinaria de urgencia: una necesidad urgente de ir al baño a orinar, que, a menudo, no puede hacer a tiempo.
• Incontinencia fecal: pérdida de control de las heces o de los gases, lo que provoca una fuga accidental.

Factores de riesgo

Las mujeres corren un mayor riesgo de padecer ambos tipos de incontinencia. El parto y la edad son factores de riesgo de incontinencia porque la pelvis se debilita tras el parto y después de la menopausia. Además, hay otros problemas de salud que pueden causar incontinencia, como las afecciones musculares y nerviosas, los trastornos digestivos, la demencia, la diabetes, las infecciones y los problemas de vejiga.

Si padece sobrepeso, fuma, bebe mucha cafeína o tiene antecedentes familiares de incontinencia, puede aumentar el riesgo de tener incontinencia urinaria.

Síntomas

Los síntomas de un problema de la vejiga o del intestino pueden incluir los siguientes:

• Sensación de no haber vaciado la vejiga después de orinar
• Imposibilidad de llegar al baño a tiempo para vaciar la vejiga o el intestino
• Necesidad frecuente de ir al baño durante la noche
• Fugas cuando se contraen los músculos pélvicos, como al hacer ejercicio o al toser, estornudar o reír
• Infecciones urinarias recurrentes

En el University of Miami Health System, ofrecemos tratamientos avanzados, incluidos métodos no invasivos, que pueden ayudar. Nuestros cirujanos de medicina pélvica y reconstructiva femenina trabajan con otros especialistas para ofrecerle una atención completa. Elaboramos un plan de tratamiento que alivia los síntomas y le permite recuperar el control de su vida.

Pruebas

Exploración física
El médico le hará una exploración física y pélvica completa para determinar la causa de sus síntomas. También pueden recomendar un examen neurológico para buscar problemas en el cerebro, la médula espinal o los nervios que puedan causar la incontinencia.

Pruebas de resistencia del suelo pélvico
Durante la prueba de resistencia del suelo pélvico, el médico comprueba la fuerza de los músculos pélvicos. Estos músculos controlan la micción y los movimientos intestinales, y sostienen el útero, la vejiga y el intestino.

Examen del funcionamiento vesical
En las pruebas de funcionamiento de la vejiga, también denominadas pruebas urodinámicas, se detecta la capacidad y la cantidad de orina que puede almacenar y liberar la vejiga.

Pruebas intestinales
El médico puede utilizar un examen rectal para comprobar la resistencia de los músculos del esfínter y comprobar si hay anomalías. Pueden utilizar un conducto flexible u otros dispositivos para medir los músculos y el funcionamiento del recto.

Exámenes de imágenes
En algunos casos, el médico puede pedirle pruebas de imágenes para examinar la zona abdominal o pélvica, como ecografías, radiografías, resonancias magnéticas o colonoscopias.

Tratamientos para la incontinencia urinaria de esfuerzo

Fisioterapia
La fisioterapia del suelo pélvico puede utilizarse para desarrollar el suelo pélvico con el fin de controlar mejor la vejiga y los intestinos. Esto puede ser eficaz tanto para la incontinencia de urgencia como para la de esfuerzo. El terapeuta puede utilizar una técnica llamada Biofeedback para guiar el tratamiento.
El fisioterapeuta también puede enseñarle a utilizar un dispositivo de neuroestimulación eléctrica transcutánea (Transcutaneous Electrical Nerve Stimulation, TENS), un aparato externo que emite suaves impulsos eléctricos a unos parches adhesivos colocados en la piel del abdomen. Esto puede mejorar el flujo sanguíneo a la vejiga.

Óvulo vaginal
El médico puede recomendarle óvulos vaginales que modifican el ángulo de la uretra para evitar las pérdidas cuando hace ejercicio o levanta objetos pesados.

Tratamiento quirúrgico
Si los tratamientos no quirúrgicos no dan resultado, el médico puede recurrir a la cirugía para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo. Las opciones incluyen un espesante uretral para estrechar la abertura de la salida de la vejiga o un cabestrillo, hecho de un injerto de malla, su tejido o tejido biológico (tejido animal o humano), que actúa como una hamaca de apoyo en el suelo pélvico para evitar las fugas.

Tratamientos para la incontinencia urinaria de urgencia

Modificaciones del estilo de vida
El médico puede recomendar cambios en el estilo de vida para aliviar los síntomas relacionados con la vejiga hiperactiva, como vaciar la vejiga en un horario habitual o evitar los alimentos o las bebidas que irritan la vejiga.

Fisioterapia
La fisioterapia del suelo pélvico puede utilizarse para desarrollar el suelo pélvico con el fin de controlar mejor la vejiga y los intestinos. Esto puede ser eficaz tanto para la incontinencia de urgencia como para la de esfuerzo. El terapeuta puede utilizar una técnica llamada Biofeedback para guiar el tratamiento.
El fisioterapeuta también puede enseñarle a utilizar un dispositivo de neuroestimulación eléctrica transcutánea (Transcutaneous Electrical Nerve Stimulation, TENS), un aparato externo que emite suaves impulsos eléctricos a unos parches adhesivos colocados en la piel del abdomen. Esto puede mejorar el flujo sanguíneo a la vejiga.

Medicamentos
El médico puede recetar medicamentos para relajar los músculos de la vejiga hiperactiva o reducir las contracciones.

Inyecciones de Botox®
Estas inyecciones se aplican en la vejiga para detener los espasmos musculares y relajar los músculos.

Estimulación del nervio sacro (ENS)
Este pequeño dispositivo implantado, similar a un marcapasos, puede tratar la incontinencia urinaria y fecal mediante la estimulación de los nervios de la vejiga o el intestino (también llamada neuromodulación). El dispositivo, implantado bajo la piel de la parte superior de la nalga, envía suaves impulsos eléctricos para corregir los impulsos nerviosos anormales y ayudar a los músculos a funcionar correctamente.

Estimulación nerviosa percutánea
En este procedimiento, se utiliza una pequeña aguja de acupuntura que se dirige a los nervios que controlan la vejiga. Además, se mejora el funcionamiento de los músculos de la vejiga.

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