El síndrome de las piernas inquietas es una afección neurológica en la que una persona siente una necesidad imperiosa de mover las piernas cuando está en reposo. La necesidad de mover las piernas suele ir acompañada, aunque no siempre, de sensaciones desagradables. Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas generalmente ocurren durante la inactividad y pueden aliviarse de manera temporal con movimiento o presión. Los síntomas del síndrome de las piernas inquietas son más graves durante las horas de la tarde y la noche, lo que puede alterar profundamente su sueño y su vida diaria.

Una persona con síndrome de las piernas inquietas experimenta sensaciones desagradables en las piernas, que se describen como dolor, sensación trepadora, de arrastre, hormigueo y tirones. Estas sensaciones generalmente se pueden tener en cualquier parte de la pierna, desde el muslo hasta el tobillo, pero ocurren con mayor frecuencia en el área de la pantorrilla. El síndrome de las piernas inquietas puede afectar una o ambas piernas. Para algunas personas, también puede afectar los brazos. Cuando ocurren las sensaciones, las personas con síndrome de las piernas inquietas tienen un impulso irresistible de mover la extremidad afectada. Algunos pacientes, sin embargo, no tienen una sensación definida, excepto por la necesidad de moverse. Los problemas del sueño son comunes con el síndrome de las piernas inquietas debido a la dificultad que causa para conciliar el sueño.

El síndrome de las piernas inquietas afecta aproximadamente al 10 % de todos los adultos en los Estados Unidos. Más del 80 % de las personas con síndrome de las piernas inquietas también padecen una afección conocida como trastorno del movimiento periódico de las extremidades (periodic limb movement disorder, PLMD). El PLMD es una afección que causa espasmos involuntarios en las piernas o movimientos espasmódicos durante el sueño que ocurren repetidamente a lo largo de la noche e interrumpen su sueño.

Además de la mala calidad del sueño y los períodos cortos de sueño por la noche, las investigaciones han demostrado que las personas con síndrome de las piernas inquietas que no reciben el tratamiento adecuado en general tienen una peor calidad de vida. Los expertos en medicina del sueño del University of Miami Health System tienen experiencia en ayudar a quienes padecen síndrome de las piernas inquietas para que duerman mejor.

Pruebas

Exploración física El especialista en medicina del sueño realizará una exploración física completa, que incluye la recopilación de la historia clínica detallada, para diagnosticar el síndrome de las piernas inquietas.

Análisis de sangre Su especialista puede recomendarle que se haga análisis de sangre para descartar otras afecciones que puedan causar síntomas similares al síndrome de las piernas inquietas.

Estudio del sueño En nuestra clínica del sueño se realiza un estudio del sueño (también llamado polisomnografía) para adultos o niños. Mientras duerme, recopilamos información como patrones de respiración, niveles de oxígeno en sangre, actividad de ondas cerebrales, tono muscular, ritmo cardíaco y movimientos oculares. Esta información se captura mediante electrodos pequeños e indoloros adheridos a su cuerpo y bandas elásticas alrededor de su pecho y abdomen.

Como atendemos las 24 horas, los 7 días de la semana, ofrecemos una variedad de estudios, incluidos los siguientes:

• Prueba de mantenimiento de la vigilia: mide qué tan alerta está durante el día.
• Prueba de latencia múltiple del sueño: una prueba que verifica su somnolencia diurna al monitorear la rapidez con que concilia el sueño en un entorno diurno tranquilo.
• Presión positiva continua en las vías respiratorias (continuous positive airway pressure, CPAP) durante toda la noche, las 24 horas del día: un respirador que constantemente empuja aire a través de la nariz, o la nariz y la boca, para mantener las vías respiratorias abiertas mientras duerme.

Tratamientos

Medicamentos Su especialista en medicina del sueño puede recomendarle un medicamento recetado para tratar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, a fin de que pueda descansar mejor por la noche.

Usar compresas calientes o frías Aplicar una compresa caliente o fría, o alternar entre las dos, puede ayudar a reducir los síntomas molestos en sus piernas.

Mejorar los hábitos de sueño Ser consciente y esforzarse por mejorar sus hábitos de sueño a veces puede ayudar a reducir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Los buenos hábitos de sueño incluyen los siguientes:

• evitar o limitar el alcohol y la cafeína;
• evitar o limitar las siestas diurnas;
• hacer suficiente actividad física todos los días;
• irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días;
• no comer unas horas antes de irse a dormir;
• seguir un ritual relajante a la hora de acostarse, que incluya un baño caliente, leer o escuchar música suave.

¿Por qué debe elegir UHealth?

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