La cirugía de conservación de la cadera,  o conservación de la articulación de la cadera, incluye técnicas mínimamente invasivas e intervenciones de reconstrucción tradicionales menos invasivas para restaurar la función original de la cadera. 

Además de aliviar el dolor y mejorar la movilidad, los beneficios de la cirugía de conservación de la cadera incluyen la prevención de la artritis y la necesidad de una cirugía de prótesis de cadera en el futuro. Hay diferentes tipos de procedimientos, como los siguientes:

• Reconstrucción o restauración del cartílago: incluida la cirugía de microfractura, abrasión o injertos de hueso y tejido.
• Eliminación de espolones óseos: eliminación de las proyecciones óseas que se forman en los bordes de los huesos.
• Desbridamiento: eliminación de las piezas sueltas de hueso o cartílago en la cadera.
• Reparación del rodete cotiloideo: reparación del cartílago que recubre el exterior de la cavidad de la cadera.
• Osteotomía pélvica: corte del hueso para alinear mejor la cadera y la pelvis.

Si le duele mucho la cadera o tiene una lesión, y no puede llevar un estilo de vida activo, la cirugía de conservación de la cadera puede ser la opción más eficaz para usted.

¿Quién es un candidato?

La cirugía de conservación de la cadera es una opción para las personas con dolores y lesiones de cadera que no responden a los tratamientos no quirúrgicos, como la modificación de la actividad, la fisioterapia o los medicamentos. No es una opción para las personas con artritis de cadera moderada o avanzada, aunque sí puede serlo la cirugía de prótesis de cadera .

Las personas activas, los deportistas y los adultos jóvenes (mayores de 15 años) pueden someterse a la cirugía de conservación de la cadera. Los procedimientos pueden que las personas puedan recuperarse de la cadera son los siguientes:

• Necrosis avascular: muerte del tejido óseo causada por una pérdida de suministro de sangre.
• Bursitis: inflamación dolorosa.
• Lesiones del cartílago: daño al tejido que cubre la superficie del hueso.
• Displasia: la articulación de la cadera es demasiado superficial o tiene un tamaño incorrecto para soportar completamente el hueso.
• Pinzamiento: compresión de la articulación.
• Desgarros del rodete: desgarro en el revestimiento del cartílago fuera de la cavidad articular.

¿Qué debe esperar?

A la cirugía de conservación de la cadera la realiza un experto en cirugía ortopédica que se especializa en técnicas artroscópicas y en la reconstrucción de la articulación de la cadera. La mayoría de las intervenciones duran entre dos y tres horas, y requieren anestesia general o un bloqueo nervioso regional (inyección que bloquea las señales de dolor al cerebro).

La cirugía artroscópica de cadera implica varias incisiones diminutas alrededor de la articulación de la cadera en las que el cirujano inserta un visor (llamado artroscopio) con una luz, una cámara y pequeñas herramientas quirúrgicas para realizar la reparación. En las intervenciones tradicionales abiertas, se debe hacer una incisión mayor para acceder a la zona de la cadera.

El tiempo de recuperación de la cirugía de conservación de la cadera varía en función del procedimiento y de su estado. La mayoría de las personas se van a su hogar el mismo día de la operación o en uno o dos días. Según la intervención, es posible que no pueda levantarse durante un máximo de dos semanas y que necesite rehabilitación y fisioterapia durante algunas semanas.

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