La septicemia es una complicación potencialmente mortal de una infección. Se produce cuando las bacterias entran en el torrente sanguíneo y provocan una inflamación en todo el cuerpo. La septicemia puede provocar insuficiencia orgánica y problemas en todo el cuerpo, por lo que requiere un equipo experimentado de cuidados intensivos.

Toda infección puede provocar una septicemia, pero las causas más frecuentes son las siguientes:

• Infección abdominal
• Infección del torrente sanguíneo (bacteriemia)
• Infección renal
• Neumonía

Para que se le diagnostique septicemia, su hijo debe presentar, como mínimo, dos de estos síntomas, además de una infección:

• Temperatura corporal superior a 101 °F o inferior a 96.8 °F
• Ritmo cardíaco superior a 90 pulsaciones por minuto
• Frecuencia respiratoria superior a 20 respiraciones por minuto

La septicemia se considera grave cuando afecta los órganos del niño, como el corazón, los riñones y el cerebro. Los síntomas de insuficiencia orgánica pueden incluir las siguientes:

• Dolor abdominal
• Función cardíaca anormal
• Disminución del recuento de plaquetas, un componente responsable de la coagulación de la sangre
• Dificultad para respirar
• Disminución significativa de la producción de orina
• Cambio repentino del estado mental

La fase más grave de la septicemia, denominada choque séptico, provoca una peligrosa caída de la presión arterial que puede provocar una insuficiencia orgánica, un accidente cerebrovascular y la muerte.

Los especialistas en cuidados intensivos pediátricos del University of Miami Health System tienen la experiencia necesaria para identificar y tratar la septicemia con los métodos más recientes. Nuestro equipo experimentado está bien equipado para brindar a su hijo un tratamiento que le salve la vida.

Pruebas

Exploración física
Si su hijo tiene una infección, el médico le hace una exploración física completa para buscar signos de septicemia. El médico comprueba la temperatura, el pulso y la frecuencia respiratoria de su hijo.

Análisis de sangre
Los análisis de sangre buscan signos de infección, problemas de coagulación, funcionamiento anormal del hígado o de los riñones, deterioro de la disponibilidad de oxígeno y desequilibrios electrolíticos.

Pruebas de imágenes
El médico de su hijo puede solicitar una prueba de imágenes, como una radiografía, una tomografía computarizada (TC), una ecografía o una resonancia magnética, para evaluar la infección y planificar el tratamiento.

Tratamientos

Antibióticos
Los antibióticos tratan la infección preexistente. Lo ideal es que este tratamiento se realice en las primeras seis horas. Por lo general, los antibióticos se administran directamente en la vena de su hijo por una vía (intravenosa).

Líquidos intravenosos
Los líquidos intravenosos pueden elevar la presión sanguínea que ha bajado por la septicemia.

Medicamentos vasopresores
Si la presión arterial de su hijo sigue siendo demasiado baja después de recibir líquidos por vía intravenosa, puede necesitar un medicamento vasopresor. Este tipo de medicamento contrae (estrecha) los vasos sanguíneos para aumentar la presión arterial.

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