Los tumores óseos pueden desarrollarse en cualquier hueso del cuerpo y pueden ser cancerosos o benignos (no cancerosos). Incluso los tumores óseos benignos pueden causar dolor o deformación y pueden requerir tratamiento para mejorar la capacidad de movimiento.

Los tumores óseos pueden causar dolor, hinchazón y fracturas óseas. El tratamiento adecuado puede ayudar a aliviar estos síntomas mientras mantiene los huesos sanos.

En el University of Miami Health System, nuestros radiólogos intervencionistas utilizan la ablación por radiofrecuencia y la crioablación para destruir algunos tumores óseos y aliviar el dolor. Este procedimiento de mínima invasión tiene un tiempo de recuperación rápido y lo ayuda a mantener sus células sanas.

Pruebas

Antecedentes y exploración física
El médico le preguntará acerca de los síntomas y examinará el área donde se encuentra el tumor óseo.

Pruebas de imágenes
El médico tomará una radiografía, una tomografía axial computarizada (TAC)  o una imagen por resonancia magnética (IRM) del área afectada para buscar un tumor óseo.

Biopsia con aguja
Es posible que el médico necesite usar una aguja para tomar una muestra de células tumorales o una biopsia. Luego, estas células se examinan en el laboratorio para determinar qué tipo de tumor óseo tiene.

Tratamientos

Algunos tumores óseos benignos no requieren ningún tratamiento y desaparecen por sí solos. Los tumores óseos grandes pueden requerir cirugía para extirparlos y es posible que deban reemplazarse con injertos óseos. Sin embargo, ciertos tipos de tumores óseos pueden tratarse solo con ablación.

Durante la ablación de un tumor óseo, se lo duerme con una anestesia general. Usando la guía de imágenes, el radiólogo intervencionista guía una aguja hacia el tumor óseo. Cuando la aguja esté colocada, usa energía de radiofrecuencia para calentar la aguja o, en el caso de la crioablación, reduce la temperatura de modo que se congele el tumor. Las células tumorales alrededor de la aguja se destruyen, mientras que las células óseas sanas alejadas de la aguja no se dañan.

El procedimiento completo puede durar de dos a ocho horas. Algunos pacientes se van a casa el mismo día y retoman sus actividades normales dentro de las 24 a 48 horas. Otros pacientes requieren observación hospitalaria.

Una vez que se destruyen las células tumorales, los síntomas deberían comenzar a desaparecer. Debería sentir alivio del dolor, y el tumor debería encogerse y desaparecer.

¿Por qué debe elegir UHealth?

Atención experta de radiólogos intervencionistas altamente capacitados. Nuestros radiólogos intervencionistas y especialistas en radiología son expertos en una gran variedad de intervenciones de mínima invasión, desde tratamientos para desobstruir vasos sanguíneos hasta otros más avanzados contra el cáncer, como NanoKnife®.

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