Los radiólogos intervencionistas son médicos especialmente capacitados que utilizan tecnología y técnicas de vanguardia para tratar muchos tipos diferentes de cáncer de hígado. El tratamiento, llamado procedimiento intervencionista mínimamente invasivo, se guía mediante un equipo que permite al radiólogo intervencionista ver el interior del cuerpo del paciente mediante rayos X, tomografía axial computarizada o ultrasonido.

El cáncer de hígado se puede tratar de diferentes maneras, según la cantidad de tumores en el hígado, la presencia de cualquier cáncer relacionado fuera del hígado y la salud general del paciente. La infusión es la liberación de un medicamento directamente en los vasos que alimentan los tumores. Por lo general, se usa quimioterapia para este procedimiento.

Para todos los pacientes, la cantidad de enfermedad dentro y fuera del hígado determinará la terapia más adecuada.

Para los pacientes en los que existe posibilidad de curación y el cáncer se limita al hígado, el tratamiento se puede realizar con cirugía con bisturí, o se puede realizar a través de un agujero estenopeico, sin bisturí.

Las posibles opciones de cura incluyen las siguientes:

• Trasplante de hígado: se extrae el hígado del paciente y se lo reemplaza con un hígado donado, que puede ser de un familiar en algunos casos.
• Cirugía: el cirujano extirpa parte del hígado que contiene el tumor.
• Procedimientos guiados por imagen mínimamente invasivos a través de un agujero estenopeico sin bisturí.
• Radioterapia de haz externo.

El tratamiento de la enfermedad con tratamientos mínimamente invasivos incluye lo siguiente:

• Calor, llamado ablación
• Este es el método preferido para pacientes en los que es posible la curación. La ablación es una técnica que usa energía en forma de microondas u ondas de radio que se transmiten al tumor con una aguja delgada. El tumor se calienta hasta que las células cancerosas mueren y el paciente puede irse a casa con una bandita el mismo día.
  
  
• Inyección de pequeñas gotas empapadas en quimioterapia llamada quimioembolización transarterial
• Esto se ha reservado tradicionalmente para aquellos pacientes en los que la enfermedad está demasiado avanzada para curarse. En casos seleccionados, esta técnica se puede usar, a menudo junto con la ablación para eliminar el tumor.
  
  
• Inyección de pequeñas perlas que llevan altas dosis de radiación al tumor llamadas Y90, radioembolización o terapia de radiación interna selectiva
• Esta técnica consiste en inyectar perlas diminutas que transportan dosis muy altas de radiación al tumor para destruirlo. Este método permite que se coloquen dosis mucho más altas de radiación en el tumor a través de un tubo muy pequeño llamado catéter a través de la muñeca o la ingle del paciente. El radiólogo intervencionista usa rayos X para guiar el catéter hacia la arteria en el hígado y hacia el tumor. Esta técnica permite dosis de radiación mucho más altas en comparación con los tratamientos de radiación tradicionales en los que la radiación debe pasar a través de la piel. Al colocar el catéter lo más cerca posible del tumor, se produce un daño mínimo en el tejido normal. Esto significa que el paciente tiene menos efectos secundarios con la terapia y se puede realizar como un caso de día, lo que permite que el paciente se recupere en casa, sin necesidad de hospitalización.

En algunos casos, la ablación térmica no es posible debido a la anatomía y se pueden usar dos técnicas para eliminar el tumor.

Por último, otro método usa alcohol, que se inyecta directamente en el tumor para matarlo. Se reserva para tumores muy pequeños que están cerca de órganos vitales, donde otras técnicas no son posibles debido a la posible lesión del tejido circundante.

Opciones de control cuando la cura no es posible:

• Procedimientos guiados por imagen mínimamente invasivos a través de un agujero estenopeico sin bisturí.
• Terapia sistémica.
• Terapia de radiación.

En pacientes en los que el cáncer está demasiado avanzado en el hígado, el radiólogo intervencionista puede realizar métodos mínimamente invasivos para controlar el progreso de la enfermedad. Esto se conoce como terapia paliativa. Al igual que en aquellos pacientes con intención curativa, se pueden realizar microesferas empapadas en quimioterapia o Y90, terapia de radiación interna selectiva o radioembolización.

En estos casos, la intención del tratamiento es controlar la enfermedad, por lo tanto, el tratamiento puede estar dirigido a todo el hígado, tratado en etapas, un lado del hígado o un segmento del hígado involucrado en la enfermedad.

En la mayoría de los casos, estas terapias se realizan como procedimientos ambulatorios y no requieren que el paciente permanezca en el hospital durante la noche.

Para aquellos pacientes en los que los métodos mínimamente invasivos no son posibles, los expertos pueden recomendar el uso de radioterapia o quimioterapia en forma de medicación oral.

Durante su consulta, el radiólogo intervencionista discutirá todas las opciones disponibles y recomendará la terapia más adecuada dependiendo de la extensión de la malignidad, la salud general del paciente y la presencia de cáncer fuera del hígado, llamado enfermedad metastásica o etapa 3/4 de la enfermedad.