Un estudio clínico implica una investigación en la que se utilizan voluntarios humanos (también llamados participantes) con el fin de aumentar el conocimiento médico. Hay dos tipos principales de estudios clínicos: (1) ensayos clínicos (también llamados estudios de intervención) y (2) estudios observacionales.
Los ensayos clínicos aplican el método científico a la salud humana. Los estudios observacionales son aquellos en los que se observa a los individuos y los investigadores miden sus resultados. Los estudios de intervención son aquellos en los que el investigador asigna a los sujetos de investigación un tratamiento u otra intervención, y se miden sus resultados.
Un investigador principal, que suele ser un médico, dirige todos los estudios clínicos. Los estudios clínicos también cuentan con un equipo de investigación que puede incluir médicos, enfermeras, trabajadores sociales y otros profesionales de la salud.