La miastenia grave es una enfermedad que causa debilidad muscular en los músculos voluntarios que se pueden controlar, a diferencia de los músculos involuntarios que no se pueden controlar, como el corazón. Puede afectar cualquier músculo, pero afecta con mayor frecuencia a los ojos, el rostro, la garganta, el cuello, los brazos y las piernas. Es causada por un problema de comunicación entre los músculos y los nervios.

Los síntomas de la miastenia grave incluyen los siguientes:

• Cambios en el habla, como que su voz suene muy suave o nasal
• Cambios en las expresiones faciales
• Dificultad para comer, tragar y hablar
• Visión doble (diplopía)
• Caída de uno o ambos párpados (ptosis)
• Asfixia frecuente al comer o beber
• Debilidad en los músculos del cuello, brazos, manos y piernas

La debilidad muscular empeora a medida que usa el músculo y mejora con el descanso. Aunque los síntomas aparecen y desaparecen al principio, empeoran con el tiempo y, por lo general, alcanzan su punto máximo en unos pocos años. En algunos casos, la miastenia grave puede afectar la respiración, lo que requiere atención inmediata.

Pruebas

Examen neurológico: Hacemos un examen físico exhaustivo y recopilamos un historial de salud completo. Revisamos su tonicidad y fuerza muscular, movimientos oculares, sentido del tacto, coordinación y equilibrio.

Prueba de edrofonio: Esta prueba utiliza una inyección de medicamento (cloruro de edrofonio) que puede aliviar de manera inmediata, pero temporal, la debilidad muscular en personas con miastenia grave.

Análisis de sangre: Esta prueba detecta anticuerpos que interrumpen la comunicación entre los nervios y los músculos.

Electromiografía: Esta prueba de función muscular mide la actividad eléctrica entre el cerebro y los músculos. El médico le inserta un pequeño electrodo de cable a través de la piel y dentro de un músculo para detectar impulsos eléctricos. Los músculos de las personas con miastenia grave y otros trastornos neuromusculares no responden normalmente a la estimulación eléctrica.

Diagnóstico por imágenes: El médico puede solicitar una tomografía computarizada (Computerized Tomography, CT) o una resonancia magnética (Magnetic Resonance Imaging, MRI) para ver si tiene un tumor u otra anomalía en la glándula del timo, que puede causar síntomas de miastenia grave.

Pruebas de función pulmonar: En las pruebas de función pulmonar se miden la cantidad de aire que pueden contener los pulmones y la rapidez con que el aire entra y sale de ellos. Pueden decirle al médico si su respiración se ve afectada.

Tratamientos

Inhibidores de la colinesterasa: Estos medicamentos pueden ayudar a mejorar la comunicación entre los nervios y los músculos, lo que puede mejorar la fuerza muscular.

Corticoides e inmunosupresores: Estos medicamentos evitan que el cuerpo produzca anticuerpos anormales que afectan la fuerza muscular.

Terapias intravenosas: Estas terapias agregan o eliminan anticuerpos del cuerpo a través de una vena en el brazo. La plasmaféresis filtra la sangre a través de una máquina, similar a la diálisis, para eliminar los anticuerpos anormales de la sangre antes de volver a ingresarla. La inmunoglobulina intravenosa (Intravenous Immunoglobulin, IVIg) agrega anticuerpos a la sangre para que el sistema inmunológico funcione normalmente.

Cirugía: La extirpación de la glándula del timo (timectomía) puede mejorar los síntomas e incluso curar a algunas personas. Una timectomía puede aliviar los síntomas en personas con o sin un tumor en el timo. Utilizamos el enfoque menos invasivo, incluida la cirugía asistida por robot, que utiliza pequeñas incisiones, para ayudarlo a recuperarse más rápidamente.

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