La cirrosis es una enfermedad hepática crónica (continua) que se produce cuando el tejido cicatricial reemplaza las células hepáticas normales con el paso del tiempo. Es una condición irreversible causada por lo siguiente:

• enfermedades de las vías biliares (cirrosis biliar primaria);
• uso excesivo de alcohol;
• enfermedad del hígado graso (tipo no alcohólico);
• infecciones;
• trastornos metabólicos de almacenamiento (hemocromatosis, enfermedad de Wilson y deficiencia de antitripsina);
• hepatitis crónica viral (debido a los virus de la hepatitis B y C).

La cirrosis afecta cómo fluye la sangre en el hígado y cómo procesa toxinas, nutrientes, hormonas y medicamentos. También afecta la forma en que el hígado produce proteínas y otras sustancias importantes.

Los síntomas de la cirrosis incluyen náuseas, pérdida de peso y aumento de los moretones. Las complicaciones de la cirrosis son de largo alcance y pueden requerir tratamiento de diferentes especialistas. Estas complicaciones incluyen las siguientes:

• Ascitis: hinchazón y líquido en el abdomen y la parte inferior del cuerpo causado por el aumento de la presión en el flujo sanguíneo al hígado (llamada hipertensión portal).
• Encefalopatía hepática: pérdida de la función cerebral que ocurre cuando el hígado no elimina las toxinas de la sangre.
• Cáncer de hígado: tumores o masas en el hígado (llamado carcinoma hepatocelular) o vías biliares (colangiocarcinoma intrahepático).
• Hipertensión portal: aumento de la presión en la vena porta que transporta la sangre desde los órganos digestivos hasta el hígado.
• Sangrado por varices: ocurre cuando las venas se rompen y sangran debido a la acumulación de presión arterial en la vena porta (llamada hipertensión portal).

Si usted o un ser querido tiene cirrosis, los hepatólogos (especialistas en hígado) del University of Miami Health System pueden minimizar las complicaciones con el tratamiento temprano de la afección para brindar mejores resultados. Programe una consulta con uno de nuestros hepatólogos hoy.

Pruebas

Angiografía abdominal
Esta imagen de rayos X de los vasos sanguíneos verifica el flujo de sangre al hígado y al bazo. El procedimiento consiste en inyectar un tinte de contraste a través de un catéter (tubo delgado y flexible) en una arteria.

Diagnóstico por imágenes avanzado
Las imágenes médicas, como la ecografía abdominal, la tomografía axial computarizada (TAC) y las imágenes por resonancia magnética (IRM), muestran la circulación sanguínea, el tamaño, la estructura y la función del hígado, y los órganos circundantes.

Biopsia
Una biopsia de hígado es una pequeña muestra de tejido que se toma con una aguja para analizarla en un laboratorio. Las biopsias de hígado se realizan utilizando imágenes de ultrasonido a fin de guiar la aguja al lugar correcto.

Elastografía
Este procedimiento mide las ondas de sonido que se mueven a través del hígado para detectar la rigidez o el endurecimiento de los tejidos. Las técnicas incluyen elastografía por resonancia magnética (ERM) y elastografía transitoria por ultrasonido.

Análisis de laboratorio
Algunos de los análisis de orina y sangre que ayudan a detectar complicaciones de la cirrosis incluyen estudios de función hepática, hemogramas celulares, electrolitos y anticuerpos autoinmunes.

Tratamientos

Técnicas de radiología intervencionista
Los procedimientos de radiología intervencionista utilizan tecnología guiada por imágenes para reparar problemas del sistema vascular (vasos sanguíneos y arterias), como sangrado. Las bandas endoscópicas y las inyecciones de escleroterapia son ejemplos.

Terapia medicinal
Los medicamentos pueden ayudar a mejorar los síntomas de la cirrosis o tratar las afecciones que provoca. El médico puede recetarle medicamentos para reducir el líquido en el abdomen, reducir la presión arterial en las venas, restringir el sangrado, tratar infecciones o eliminar toxinas de la sangre.

Cirugía
Las cirugías hepatobiliares para tratar las complicaciones de la cirrosis varían, pero incluyen técnicas mínimamente invasivas y abiertas para extirpar el daño o resecar tumores. La cirugía de hipertensión portal puede reducir la presión arterial en las venas o desviar el flujo sanguíneo, como con la derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS) y la derivación esplenorrenal distal (DSRS).

Trasplante
Si la enfermedad es avanzada o no responde bien a la terapia con medicamentos, un trasplante de hígado puede ser una opción.

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