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Obtenga respuestas a las preguntas más frecuentes de nuestros pacientes sobre las conmociones cerebrales.
Una conmoción cerebral es un diagnóstico médico causado por una fuerza repentina en la cabeza o el cuerpo (que luego se transmite a la cabeza), como un golpe o una sacudida.
Nuestro cerebro está rodeado por una capa de líquido cefalorraquídeo (LCR) que generalmente evita que se mueva en el cráneo. Sin embargo, cuando se aplica una fuerza repentina a la cabeza o al cuerpo, el peso y el impulso del cerebro pueden hacer que éste desplace temporalmente el LCR, y esto provoca que el cerebro impacte el interior del cráneo. Este impacto provoca una conmoción cerebral. Los profesionales médicos también se refieren a las conmociones cerebrales como una “lesión cerebral traumática leve”.
Una lesión por conmoción cerebral puede alterar temporalmente la forma en que funciona el cerebro y puede causar cambios en el humor, dolores de cabeza o fallas en la memoria, el juicio, la concentración, el equilibrio o la coordinación. Las conmociones cerebrales pueden ocurrir con o sin pérdida del conocimiento y los síntomas pueden durar algunas semanas o meses.
Como cualquier otra lesión, una conmoción cerebral necesita tiempo y descanso para sanar.
La ciencia todavía está en proceso de aprender los efectos a largo plazo, pero las conmociones cerebrales en general no son potencialmente mortales si se tratan de manera adecuada.
Las conmociones cerebrales se vuelven peligrosas cuando no se tratan o cuando una persona experimenta múltiples conmociones cerebrales. Investigaciones recientes han conectado la muerte de muchos jugadores de fútbol americano profesionales y otros atletas a quienes se les descubrió una encefalopatía traumática crónica (una enfermedad que causa la degeneración del cerebro) que solo se encuentra en la autopsia. Aunque la ciencia todavía está en proceso de obtener información sobre la encefalopatía traumática crónica, es muy probable que esta enfermedad sea causada por conmociones cerebrales múltiples y repetidas, un problema que se puede prevenir con la retirada inmediata del juego, los protocolos y el manejo adecuados de las conmociones cerebrales deportivas.
El síndrome del segundo impacto es otra afección potencialmente mortal relacionada con las conmociones cerebrales, aunque muy infrecuente. El síndrome del segundo impacto ocurre cuando un cerebro con conmoción cerebral recibe una segunda conmoción cerebral antes de que la primera haya sanado (la curación puede variar de minutos a semanas después de la primera conmoción cerebral), lo que provoca una inflamación rápida del cerebro. Esto limita el flujo sanguíneo y puede causar edema cerebral (líquido en el cerebro) y hernia cerebral (compresión del cerebro). (Fuente: National Institutes of Health)
La mayoría se recupera dentro de una o dos semanas después de una conmoción cerebral y el mejor tratamiento en la mayoría de los casos es el reposo y la recuperación según lo prescrito por un médico capacitado en el manejo de las conmociones cerebrales.
Lo más importante es dejar de jugar. Siéntese y dígaselo a un padre, compañero de equipo, entrenador o preparador físico inmediatamente. Si siente que no puede pensar, pídale a un compañero de equipo que informe que deben retirarlo del juego.
Una vez fuera de juego, busque atención médica inmediata de un médico con experiencia en el manejo de conmociones cerebrales.
Síntomas frecuentes de conmoción cerebral
- Problemas de equilibrio/mareos.
- Confusión.
- Sensación de desorientación.
- Visión borrosa.
- Dolores de cabeza.
- Pérdida del conocimiento.
- Náuseas.
- Problemas para concentrarse.
- Sensibilidad a la luz.
- Somnolencia/cansancio.
- Vómitos.
- Empeoramiento de los síntomas
Signos frecuentes de una conmoción cerebral
- Cansancio anormal.
- Aturdimiento aparente.
- Confusión.
- Problemas de concentración.
- Problemas de memoria.
- Irritabilidad.
- Cambios de humor, comportamiento o personalidad.
- Vómitos persistentes.
- Tiempo de reacción lento.
- Dificultad para recordar los hechos que rodean el incidente.
No. Una conmoción cerebral podría implicar una alteración del conocimiento o la pérdida del conocimiento. Si ocurre una pérdida prolongada del conocimiento, es muy importante trasladar a la persona lesionada a una sala de emergencias lo antes posible. Asimismo, los atletas jóvenes deben ser retirados del juego de inmediato, hayan perdido o no el conocimiento.
Dependiendo de la gravedad de su conmoción cerebral, el médico puede solicitar adaptaciones académicas para los estudiantes, lo que significa que su escuela/maestro proporcionará una carga de trabajo reducida, tiempo adicional para los exámenes y extensiones de fechas límite para ayudar al estudiante a permitir que su cerebro se recupere.
Una vez que esté asintomático (lo que significa que todos sus síntomas han desaparecido), el médico le recomendará que comience el proceso de “regreso gradual al juego”. Sin embargo, si reaparece algún síntoma durante este proceso, deberá dejar de jugar inmediatamente, consultar a su preparador físico y médico y reiniciar el protocolo de recuperación.
Debe permanecer fuera de juego todo el tiempo que le recomiende el médico. Debe completar la lista de verificación de “regreso gradual al juego” sin ningún síntoma. En casos de conmociones cerebrales más graves donde los síntomas pueden durar semanas o meses, el médico debe controlarlo. Cada evento de conmoción cerebral es diferente, incluso para la misma persona.
De inmediato después de la lesión, según la gravedad, deberá acudir a la sala de emergencias para descartar cualquier lesión potencialmente mortal.
Luego, debe consultar a un médico capacitado en el manejo de conmociones cerebrales deportivas para un chequeo y seguir los protocolos de recuperación de conmociones cerebrales hasta que los síntomas hayan desaparecido. Una vez asintomático, el atleta debe hacer un seguimiento con un médico con experiencia en el manejo de conmociones cerebrales a fin de obtener la autorización para regresar gradualmente al juego.
Se estima que hay entre 1.6 y 3.8 millones de conmociones cerebrales relacionadas con el deporte al año (Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades [Centers for Disease Control and Prevention, CDC]). Investigaciones recientes sugieren que este número es significativamente más alto debido a que no se registran todas las lesiones, aunque los informes recientes han aumentado de manera exponencial.
Una investigación publicada en el Journal of Athletic Training encontró que las mujeres tienen el doble de riesgo de conmociones cerebrales debido a la musculatura del cuello subdesarrollada. Para los deportes de la escuela secundaria, el fútbol tiene la mayor cantidad de conmociones cerebrales reportadas con un 40.5 %, seguido por el fútbol femenino (21.5 %) y el fútbol masculino (15.4 %).
Al 30 de enero de 2014, los 50 estados y Washington, D.C. han aprobado leyes relacionadas con las conmociones cerebrales deportivas juveniles, conocidas como leyes de “Regreso al juego”. La legislación de Florida requiere la suspensión inmediata de la práctica o competencia por sospecha de conmoción cerebral y exige autorización médica por escrito para volver a practicar deportes.
Su plan de tratamiento también debe cumplir con la legislación de su estado y los requisitos de su organización respectiva. La mayoría de los órganos rectores de los deportes organizados también tiene sus propias políticas y regulaciones sobre conmociones cerebrales. Estas organizaciones incluyen asociaciones atléticas de escuelas secundarias estatales, clubes, ligas y organizaciones de parques.