Un desgarro de Aquiles, también conocido como rotura del tendón de Aquiles, es un daño que ocurre en la parte posterior inferior de la pierna. El tendón de Aquiles es un cordón fibroso fuerte que conecta los músculos de la parte posterior de la pantorrilla (parte inferior de la pierna) con el hueso del talón del pie. Un desgarro de Aquiles ocurre cuando estira demasiado y daña el tendón de Aquiles. La lesión generalmente ocurre en personas que practican deportes, pero también puede ocurrir con caídas de altura o pisada accidental en un agujero.

Los síntomas de un desgarro de Aquiles son los siguientes:

• sentir como si le hubieran dado una patada en la pantorrilla;
• sensación de un chasquido o desgarro cuando ocurre la lesión;
• incapacidad para doblar el pie hacia abajo o empujar esa pierna al caminar;
• incapacidad para ponerse de puntillas sobre la pierna lesionada;
• dolor e inflamación cerca del talón.

Pruebas

Exploración física
El médico realizará una exploración física completa y recopilará la historia clínica para ayudar a diagnosticar el cuadro.

Pruebas de imágenes
El especialista puede ordenar una ecografía o resonancia magnética (IRM) para confirmar el diagnóstico de desgarro de Aquiles.

Tratamientos

Método de RICE
Debe usar el método de reposo, hielo, compresión y elevación (rest, ice, compression, elevation, RICE), mientras esté en casa.

Antiinflamatorios
El médico puede recetarle un antiinflamatorio o recomendar uno de venta libre, como ibuprofeno, para reducir la inflamación y el dolor.

Estimulación eléctrica
El médico puede recomendarle que se someta a un tratamiento de estimulación eléctrica para aliviar la lesión.

Fisioterapia
Es posible que deba trabajar con un fisioterapeuta para recuperar la fuerza y el uso después de un desgarro de Aquiles.

Cirugía
Si su tendón de Aquiles no se cura por sí solo, es posible que deba someterse a una cirugía para reparar el desgarro y ayudarlo a recuperar la fuerza.

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